Cuando en comunidad de pensamientos decidimos con Sadi mi compañero de prisión, en la ciudad de Viña del Mar editar las recopilaciones pensé: se hizo realidad mi pensamiento!.......pero ahí estaban los cuadernos originales, con olor y sabor a salitre, con la viviencia de la mano firme y temblorosa, con el dolor de las torturas, el hambre y las humillaciones sufridas con dignidad, ahí estaban las penas de la temporal derrota, las noches sin dormir, el suicidio de uno de los nuestros también presente en ellas la convicción profunda que las palabras del compañero Salvador Allende algún día serán plenamente realidad.