Textil realizado con botones, filtros de café y tejido de hilo. Representación visual de la distribución etaria de las víctimas de desaparición forzada en Chile. El nombre y edad están escritos en un pedacito de filtro de café.
Con hilo celeste, los menores de 20 años; con hilo verde, los de 20 a 29 años, que son la mayoría. Con naranja, las personas entre 30 y 39; con azul, las de 40 a 49; con amarillo los de 50 a 59; con verde agua, a los de 60 a 69 y en hilo negro, a los cuatro mayores de 70 años. Un hilito morado identifica a las mujeres y si estaban embarazadas, un hilo rojo.
Con hilo blanco, hay papeles sin nombre, que representan la cifra negra detrás de toda forma de violencia.
Hay matrimonios, padres e hijos, sobrinos y tíos y 34 familias que sufrieron la desaparición forzada de dos o más hijos.
Alrededor de los papeles, se cosieron los botones. Los botones tardan más de cien años en degradarse, posiblemente, es el objeto que persiste. Fuera del marco, desnudos, cosió los cuatro embarazos interrumpidos de presas sobrevivientes.