El 30 de agosto de 1983, por la mañana, el general Urzúa salió de su domicilio en su automóvil junto a otras dos personas. El vehículo fue atacado por un grupo del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), recibiendo un total de 62 impactos de bala. Días después del atentado, la policía secreta del régimen, CNI, arrestó a los miristas Jorge Palma Donoso, Carlos Araneda Miranda y Hugo Marchant Moya, quienes fueron entregados a la Fiscalía Militar el 23 de septiembre de 1983, siendo condenados a pena de muerte, siendo posteriormente reemplazada por cadena perpetua en la desaparecida Cárcel Pública de Santiago, durante el Gobierno de Patricio Aylwin se les conmutó su castigo por una pena de extrañamiento en Europa. Afiche del Cómite de defensa de los derechos de la mujer CODEM.