En 1972, como una forma de apoyar la gestión del Presidente de Chile Salvador Allende, la Unión Soviética envía a Chile una industria automatizada para la construcción de edificios asísmicos a una pequeña localidad de Chile central llamada El Belloto. Trabajadores soviéticos y chilenos llevaron adelante un proyecto innovador de viviendas sociales levantando edificios de gran calidad y confort que aún permanecen en pie y sin huellas de deterioro pese a los terremotos que han asolado a Chile en los últimos 35 años. El golpe militar de 1973 detuvo el proceso de producción y expulsó a los profesionales rusos con una violenta represión bajo la sospecha de ser un centro de espionaje soviético. Esta es la historia de una experiencia única, brillante y trágica realizada en un gobierno socialista, y destruida en dictadura bajo la lógica de la guerra fría y el miedo al comunismo. Esta es la historia de una fábrica de edificios llamada KPD.